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Cholulteca. Quesque actor de teatro. Dedicado a la publicidad. Amante de la música (la buena), el vino (el bueno, sobre todo tinto) y la lectura. Y por supuesto, escribir en este blog.

agosto 06, 2008

La diferencia entre rpm, minutos y GB parte II


Me prometí a mi mismo que iba a publicar o matar definitivamente todas aquellas entradas que por alguna causa u otra quedaron en el tintero o, como es el caso, como entradas inconclusas que nunca tuvieron la oportunidad de ser publicadas. Esta es la primera de varias...


Después de un prolífico pasado lleno de cintas originales y grabadas dentro de las cuales llegué a tener rarezas como una de un grupo de hardrock que se llamó D.A.D. (y que se rumoraba que eran las siglas de Disneyland After Dark, super malotes ¿no?), otra de otro grupo metalero llamado Kingdom Come e incluso el primer disco de Eddie Brickell and the New Bohemians ("Shooting rubberbands at the sky") que compré en Oaxaca (sí, aunque parezca increíble durante un viaje de estudios en secundaria), comencé la era de los CD's.


Mi primer CD me lo regalaron en 1991. Se trataba de los éxitos de Poison interpretados en vivo. Creo que era un excelente CD. Y digo creo porque nunca lo pude escuchar. Tardé más de un año en tener un aparato que pudiera reproducir los discos compactos y para entonces mi primer disco ya no se encontraba en mis manos.


El aparato que tuve en el que podía interpretar los CD's lo compró mi papá a través de la despensa de El Sardinero que llegaba a la casa como una prestación más de Telmex. Era un equipo de sonido de una marca que no recuerdo y del cual mi papá compró dos unidades: una para la sala y la otra para uno de sus hijos. Nos lo jugamos a un volado entre mi hermana y yo y gané. Por supuesto le heredé mi grabadora negra con filitos rojos pero creo que de todos modos no le hizo mucha gracia.


Y así, ya con un aparato en el que podía escuchar CD's (y grabar del CD a cassette), sobreviví muchos años. Durante esos años comencé mi colección de CDs que hoy alcanza una cantidad bastante respetable aunque no recuerdo la cifra con exactitud (creo que ronda los 3,000).


Dentro de los CDs memorables puedo citar algunos:


Depeche Mode. Songs of faith and devotion. Este álbum en particular comenzaba con la rola "I feel you" que tenía una introducción que era prácticamente un sonido agudo muy penetrante. Con decirles que cuando lo puse por primera vez pensé que estaba mal mi aparato y hasta lo limpié con un CD limpiador especial. Y no conforme con eso, puesto que se seguía escuchando "mal", fui a la tienda a que lo revisaran. Por suerte no estuve presente durante la revisión y me ahorré el oso de que me dijeran: "no está mal, así es el disco".


La historia de Soda Stereo. Creo que este fue el disco que más escuché de los 17 a los 25 años. Particularmente me gusta la versión de "Estoy azulado" en vivo que venía en esa, la que fue la primera gran recopilación de Soda. Hoy hay tantas otras que no vale la pena ni mencionar aunque casi llega a esta lista el "Confort y música para volar", el Unplugged de Soda que fue todo menos eso: un un-plugged.


Peter Gabriel. Ovo. Este es un disco que relizó Peter Gabriel con motivo de la llegada del año 2000 y se trata de un disco concepto. Además de la música, que está poca madre por supuesto, dentro del CD se incluía una historia contada a través de una serie animada tipo comic. Algo muy vanguardista y peculiar con el sello indiscutible de Gabriel. También quedó en el Shortlist el "Passion. OST for the Last Temptation of Christ". Magistral disco también.


Pink Floyd. The final cut. Es el primer disco de Pink Floyd que compré ya que siempre había tenido sus producciones en cintas. Me encantó. Todavía a la fecha lo sigo escuchando de vez en cuando e incluso en algún momento tuve que recomprarlo porque un buen día mi versión original comenzó a fallar sin ralladuras aparentes. La integración de la voz con el sólo de saxofón es algo digno de aplaudirse de pie...


Pero bueno, todo lo maravilloso que tienen los CDs se va al carajo cuando lo toca la piratería. Sí, estoy totalmente en contra de la piratería porque si bien representan un llamado importante de atención respecto a los inflados y muchas veces injustificados precios que se manejan en los materiales originales en las tiendas, me parece aberrante que existan personas que sin haberse tomado la molestia siquiera de pagar las regalías correspondientes, lucren con el material artístico de los autores mediante el copiado no autorizado de los discos y su venta a través del mercado informal, lo que para colmo le da en la madre a nuestra economía.


Yo se que muy probablemente a artistas consolidados esto no les haga ni cosquillas, pero a los artistas que están empezando, a los que no tienen un contrato con las disqueras enormes, aquellos que muchas veces costean la producción de su material; si bien les conviene que su música se distribuya, dejan de ganar mientras unos vivarachos h.d.p. se benefician sin inmutarse siquiera.


Me parece que si bien algunos artistas han comenzado a combatir de manera frontal este problema ya sea mediante la venta de su música a través de internet o justificando la venta de un CD físico con la inclusión de material inédito (videos, fotos o cualquier otra cosa que ayude), falta todavía el esfuerzo de las disqueras y las distribuidoras por abaratar los materiales para poder mantener vivo ese canal de comercialización. Aunque cada día me convenzo más de que eso es lo que menos les importa.


Pero bueno, después de la salida al mercado de los discos compactos comenzó la era de la música digital lo que implica una eventual muerte del CD, aunque ese será el tema de la parte III. Por lo pronto, y para terminar, me limitaré a decir que si sigo sintiendo añoranza por mis cintas imaginen lo que me sucederá con los CDs cuando no haya aparatos en los cuales escucharlos... será un día verdaderamente negro para mí y mi colección de CDs pasará a ser obsoleta.


El SiNfuLJaMeS